Además de las cifras para estimar la producción y la riqueza de un país en un período determinado (como el Producto Interno Bruto, PIB, o los índices de productividad), urge que la economía considere también otras herramientas que midan el progreso entendido como la capacidad y el interés de una nación para mantener el buen estado de salud de sus reservas naturales1.
Lamentablemente, el estado de salud del océano en México es bastante preocupante: la contaminación del mar, la pesca ilegal e incidental, la sobrepesca, la falta de regulación y vigilancia, el abandono del sector pesquero y acuícola, y la dependencia de los subsidios que aumentan el esfuerzo pesquero han llevado al límite de lo permisible la explotación de diversas pesquerías.
Este comportamiento insostenible afecta principalmente a las comunidades de pescadores en situación de vulnerabilidad, y profundiza el problema crónico de pobreza y desigualdad que ha aquejado al sector pesquero durante sexenios. Entre otras medidas de política pública, se requiere que desde el gobierno se acelere el viraje de estrategia y aumente el apoyo para incentivar la producción de los pequeños pescadores ribereños mediante subsidios considerados benéficos o positivos.
Los subsidios destinados al establecimiento de las Redes de Zonas de Refugios Pesqueros, otorgados por la Conapesca del 2013 al 2018, son un ejemplo de cómo los recursos presupuestarios pueden incentivar la producción local y la recuperación y preservación de las pesquerías. También han ayudado a los pescadores tradicionales a cohesionarse como comunidad y a tomar decisiones conjuntas sobre la gestión y protección de los recursos marinos bajo un enfoque de sostenibilidad.
A pesar de que se les considera una herramienta de manejo pesquero efectivo (que no solo toma en cuenta la producción y la productividad, sino también la conservación de los bancos de peces silvestres), el presupuesto destinado a las redes de refugios pesqueros correspondió apenas al 1.19% (175.5 millones de pesos) del monto total de subsidios otorgados por la Conapesca (14,775 millones de pesos) en el período 2013 a 2020. Es importante señalar que, durante los años 2019 y 2020, los refugios activos no recibieron ningún tipo de apoyo, según los datos proporcionados por la Conapesca vía solicitudes de acceso a la información pública.
Desde el 2013 y 2014, los refugios beneficiados recibieron subsidios por concepto de inspección y vigilancia y ordenamiento pesquero. Sin embargo, en los últimos años ambas bolsas sufrieron reducciones dramáticas: el presupuesto destinado al componente de ordenamiento pesquero tuvo una reducción del 87% de 2018 a 2019, y en 2019 no hubo recursos para labores de inspección y vigilancia. Finalmente, los dos componentes desaparecieron de las Reglas de Operación del Programa de Fomento a la Agricultura, Ganadería, Pesca y Acuicultura del ejercicio 2020. Un porcentaje de ambas bolsas fue destinado a las redes de refugios pesqueros durante el período de 2013 a 2018, siendo el del Golfo de Ulloa el que recibió la mayor proporción.
La Conapesca informó a finales del año pasado que se pondrá en marcha el Programa “Sembrando Vida en el Mar”, para apoyar a miles de pescadores en situación de vulnerabilidad mediante apoyos directos, su incorporación al Seguro Social y la creación de 77 refugios pesqueros nuevos2 para atender los compromisos relacionados con la sostenibilidad ambiental y alimentaria. El titular de la Sader, Víctor Villalobos, señaló también que el Programa “Sembrando Vida en el Mar” empezará con la protección de tres refugios pesqueros en la Zona del Alto Golfo de California, dando prioridad al ordenamiento pesquero, la reconversión de las artes de pesca y a los apoyos para el fomento de la actividad acuícola3. Por otro lado, en el marco de la nueva agenda del Panel de Alto Nivel para una Economía Oceánica, la sherpa representante de México, Martha Delgado, mencionó que nuestro país buscará aumentar y fortalecer en más de 100 mil hectáreas las zonas de refugio pesquero para contribuir en el mejoramiento de la economía local y la restauración de la biodiversidad marina4.
Los refugios pesqueros deben tener preponderancia en la nueva estrategia de la 4T; pues han demostrado ser una herramienta eficaz que, al incorporar producción y conservación, abonan al desarrollo sustentable. Es importante que haya avances concretos en estos compromisos anunciados por el gobierno federal, donde gran parte se verá reflejado en el apoyo financiero de la Conapesca a los refugios pesqueros. Si bien en el presente año aun no se tiene información de que exista presupuesto dedicado a esta materia.
Notas, Citas
1Ocean Panel (2020). Transformaciones para una economía oceánica sostenible. Una visión para la protección, la producción y la prosperidad, p. 19.
2Programa Sembrando Vida en el Mar beneficiará a comunidades de alta marginación. Excelsior: https://bit.ly/3uNJzKP
3Boletín de prensa de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural: https://bit.ly/3bSOv8F
4Martha Delgado, México y el llamado a la Acción Climática Basada en los Océanos, en Milenio: https://bit.ly/3qg1Exs y en martha.org.mx: https://bit.ly/3qe4Ny6
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